Copa Libertadores: el equipo de Jorge Almirón pide refuerzos hasta cuando golea 4-0

Con los tantos de Luis Vázquez (2), Weigandt y Barco festejó en la Bombonera y salió primero en el Grupo F, aunque repitió errores que no lo hacen un equipo confiable

La información previa al partido con Monagas, por la Copa Libertadores, describía a Jorge Almirón bastante preocupado y pidiendo cinco refuerzos para las próximas semanas. El balance que hizo el entrenador del plantel de Boca heredado dio negativo y se dio cuenta que no sólo necesita incorporar, sino que esos futbolistas deben tener la jerarquía para transformarse en la columna vertebral.

De los cinco puestos clave (arquero, defensor central, volante central y enganche o 9), sólo cuenta –según las aprobaciones del DT- con Sergio Romero en el arco y Nicolás Figal en defensa. Después, valora a futbolistas que –con la historia reciente de cada uno en materia de lesiones- no tiene certezas de cuándo los podrá tener con continuidad: Marcos Rojo, Exequiel Zeballos, Luis Advíncula y Luca Langoni.

Almirón siente que le faltan jugadores. La realidad de Boca es tan floja que el DT pidió la vuelta de Jorman Campuzano (para que pelee como 5). La Bombonera le exigía mostrar otra cara muy distinta a lo que había sido su último encuentro ante Godoy Cruz y pasó del 0-4 al 4-0. El equipo tuvo otra reacción, aunque también fallas que pudo pagar caro (una vez más). Goleó y finalizó primero en el Grupo F, pero el foco -más que nunca- está en el mañana.
Jorge Almirón, dando indicaciones en el partido de Boca vs. Monagas, por la Copa Libertadores
Jorge Almirón, dando indicaciones en el partido de Boca vs. Monagas, por la Copa LibertadoresFotobaires

“Todos dicen que necesitamos 14 refuerzos, pero nosotros estamos muy conformes con el plantel que tenemos”, le decía Juan Román Riquelme a ESPN en enero de este año. Luego pasaron algunas cosas, pero inclusive en la era positiva (según el vicepresidente xeneize) los niveles no se ajustaban a los rendimientos que el mismo Consejo de Fútbol pretendía, ya que despidió a los últimos dos entrenadores, Sebastián Battaglia y Hugo Ibarra, porque Boca jugaba mal. Lo mismo hizo antes con Miguel Ángel Russo, el primer DT de su gestión..

Tampoco tuvo suerte Riquelme con las valoraciones internas que hizo del plantel. Sus futbolistas más elogiados casi nunca lograron responder en dirección a las opiniones del exenganche. “Pol Fernández es el jugador más inteligente del fútbol argentino”; “Villa es el mejor jugador del fútbol argentino”; “Juan Ramírez siempre juega bien”.

Más allá de la cuestión judicial que precipitó el final abrupto en la relación entre Boca y el delantero colombiano, la realidad es que siempre fue sobrevalorado… un atacante poco determinante desde los goles y las asistencias, con escasísima visión táctica y sentido colectivo del juego. Pol Fernández en el primer préstamo fue un mediocampista que le rindió a Boca, pero en esta última etapa –como capitán- hasta tuvo que ser advertido por Almirón desde el banco para “activarlo” desde el rol de la personalidad y lo que sucedía con el equipo. Ramírez reemplazó ayer a Barco y más allá de haber sumado 85 partidos en Boca, el zurdo siempre estuvo más cerca de lo que eventualmente les podría rendir a los entrenadores de lo que producía realmente.

Lo mejor del partido

Martín Payero ya regresa a Inglaterra porque vence el préstamo con Middlesbrough y Boca no puede pagar los 6.000.000 de dólares de la opción. Pero así y todo Almirón lo eligió como titular, lo que no habla bien del… resto. Es, desde las decisiones, una muestra de lo desesperado que está el DT por contar con futbolistas confiables. De la pegada de Payero llegó la asistencia para el gol de Weigandt (1-0).

Cristian Medina fue el último suplente en subirse al tren titular, pero ¿por cuánto tiempo? Pol Fernández y Barco arrancaron como extremos, en una muestra de que el propio Almirón en varios partidos priorizó el esquema táctico por encima de los nombres. El juvenil Barco es otro que pide pista aunque habrá que ver en qué posición lo afirma el DT.

La falta de “intocables” en Boca también arrastra a Nicolás Figal. Almirón dudó por una amarilla que lo podría haber dejado afuera del primer partido de los octavos de final y al final puso como titular a Valentini aunque –en realidad- los rendimientos del exIndependiente también fueron sobrevalorados. El promedio del nivel de Figal en Boca está en los cinco puntos. Un caso como el de Pol Fernández y Ramírez, más cercano a las buenas condiciones que tiene y podría explotar que a lo que le aporta realmente al equipo. Bruno Valdez, un central muy limitado, fue amonestado en la primera que quiso marcar lejos, a los 18 minutos, y se fue expulsado inocentemente por… protestar antes del final del primer tiempo. Lo de Valdez es un nuevo caso que expone la muy floja política de refuerzos de la era Riquelme. Cuando ingresó Roncaglia por Payero, hubo silbidos para el central.

En el segundo tiempo, la temprana expulsión de Arroyo (otra acción inocente) niveló las cosas diez vs. diez. Boca encontró el segundo con una buena definición de Barco y llegó al 4-0 con dos definiciones de Vázquez. Finalizó primero del grupo, pero no termina de despegar y suma errores que no lo hacen confiable en el corto y mediano plazo.
La jugada de la polémica, apenas empezó el partido: la pelota dio en la mano de Castillo, dentro del área venezolana; Payero fue titular y se despidió: debe volver a Middlesbrough
La jugada de la polémica, apenas empezó el partido: la pelota dio en la mano de Castillo, dentro del área venezolana; Payero fue titular y se despidió: debe volver a MiddlesbroughRedacción LA NACION

Boca sí está ante una oportunidad diferente. El Consejo de Fútbol hizo malas lecturas de los contextos tras los títulos que consiguió cuando ganó por penales la final de la Copa Argentina ante Talleres en 2021 y eso significó la renovación del contrato de Battaglia; lo mismo cuando terminó deshilachado el 2022 pese a la vuelta olímpica conseguida por Ibarra en la Liga Profesional.

Jorge Almirón ahora sí tendrá su pretemporada y debería poder contar con refuerzos para armar un equipo que esté más cerca de lo que lo representa. Hasta ahora, entre lesiones y parches, padeció más de lo que disfrutó desde el banco de suplentes. Si Riquelme sigue creyendo que, tras el 4-0 ante el humilde Monagas de este jueves, con la actual jerarquía del plantel le alcanzará a Boca para pelear la Copa Libertadores puede caer en el mismo embudo de los ciclos de Battaglia e Ibarra.

Christian Leblebidjian

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