El pacto fiscal sería propuesto en marzo, condicionándolo al respaldo de las provincias a la Ley Ómnibus

A pesar de la promesa del ministro Francos de un debate sobre la recaudación, legisladores y gobernadores buscaban una reunión simultánea con la sesión en Diputados. Anoche, el funcionario se dirigió al Congreso.
Gobernadores del PRO y UCR
Las condiciones de la discusión estarían supeditadas al nivel de apoyo que les presten los “dialoguistas”

La decisión de excluir el capítulo fiscal de la ley Ómnibus y posponer el tratamiento de los puntos tributarios y jubilatorios, presentada como un gesto hacia la oposición dialoguista, generó inquietud entre los gobernadores.

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A pesar de concesiones en facultades extraordinarias y privatizaciones, insisten en que la eliminación de estos ejes afecta la recaudación. Presionan por reintegrar los puntos beneficiosos, como la reversión de Ganancias, o por alternativas como la coparticipación del impuesto PAÍS o al impuesto al cheque.

Ante estos reclamos, el Gobierno cede en varios puntos, excepto en los recaudatorios. La consigna es que «todo lo fiscal se discute más adelante», desde el viernes cuando se anunció la eliminación del cuarto eje del proyecto «Bases». Hubo una muestra de predisposición al enviar al viceministro del Interior, Lisandro Catalán, para analizar propuestas superadoras.

Los gobernadores de Juntos por el Cambio se desvinculan de la estrategia del bloque de la oposición, afirmando que «no hay negociaciones hoy». Mientras tanto, los bloques de Hacemos y JxC siguen ansiosos de reunirse con Francos, quien solo ha mantenido conversaciones telefónicas desde el martes.

La Casa Rosada intenta frenar la especulación sobre una reunión formal con los gobernadores, y los legisladores de Hacemos expresan insatisfacción con la contrapropuesta. A pesar de la sorpresiva irrupción de Catalán en el Congreso, el Gobierno mantiene la firmeza en no cambiar más y muestra intransigencia ante las llamadas de los legisladores.

La reticencia de Francos y Caputo a responder a los llamados legislativos se interpreta como una estrategia para mostrar intransigencia después de las modificaciones en la ley Bases durante las últimas tres semanas. A pesar de la resistencia inicial, se han introducido más cambios y el debate continuará en los próximos días, con la posibilidad de aceptar algunas exigencias en términos recaudatorios para garantizar votos en la votación en particular.

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