Según relató Barros en sus redes, fue apuñalada en una riña que tuvo lugar en el campo poco antes del inicio del recital. Tras el ataque, recibió atención médica en el lugar y luego fue trasladada a la clínica privada Del Buen Pastor.
Le realizaron tres puntos de sutura, le recetaron analgésicos y le recomendaron curas con desinfectante. Afortunadamente, la herida fue superficial y su vida no corre peligro.
En su publicación, compartida en el principal grupo de Facebook de los seguidores de La Renga, Cecilia expresó su indignación y preocupación por lo sucedido: «Fui apuñalada en el recital del 6/1 en Racing. En menos de 3 minutos terminé con una herida en el abdomen por un individuo que estaba peleándose con otro en medio del campo. Es desgarrador ver cómo arruinaron mi noche y ahora tengo puntos en el abdomen por un sujeto que llevaba un arma al recital», enfatizó.
La joven también destacó la falta de seguridad en el evento y hizo un llamado a la prevención de la violencia en estos espectáculos: «Esto es algo que ocurre demasiado seguido, pero no podemos permitir que siga sucediendo. Hoy me tocó a mí, pero esto podría pasarle a cualquiera. Nunca hubo una revisión adecuada, los individuos enfrentaban a las mujeres sin que nadie hiciera nada al respecto. Después de años de ir a recitales tomando precauciones, sabiendo que siempre hay personas perturbadas que arruinan la noche a otros, termino con puntos, medicamentos y cuidados por culpa de alguien que llevaba una NAVAJA al recital. Por favor, compartan esto y cuídense mucho más de lo habitual», concluyó.
El ambiente de disturbios, enfrentamientos con la Policía Bonaerense y actos violentos dentro y fuera del estadio contrastó con la intensa seguridad en otras áreas del espectáculo, donde se llevaron a cabo exhaustivos controles. Por ejemplo, en la entrada de la Popular Alta Norte, se realizaron cuatro controles, incluyendo revisión minuciosa de mochilas y verificación de códigos QR en las entradas. Además, se desplegaron varias ambulancias, incluida una de alta complejidad, y se montó un área médica con camillas y personal especializado bajo la tribuna.
En otro incidente aparte, el empleado de seguridad privada que agredió a un fanático, identificado como Ezequiel Espíndola, de 33 años, fue detenido por el delito de lesiones graves. Espíndola, empleado ocasional de la empresa contratada para el show, Steward CAP, fue acusado por este acto.
Este lamentable suceso resalta la necesidad de reforzar la seguridad en eventos masivos y promover la conciencia sobre la prevención de la violencia en conciertos y espectáculos similares.
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