Murió Dolores O´Riordarn, cantante de The Cramberries

Dolores O´Riordan, cantante del grupo de rock irlandés The Cranberries , murió a los 46 años en Londres, según confirmó la agencia de noticias británica PA citando a los representantes de la artista. Por el momento no hay más detalles disponibles y la causa de la muerte no ha sido revelada públicamente.

La representante de la cantante, Lindsey Holmes, comentó que O´Riordan murió repentinamente y que su familia está «devastada» por la noticia y «pidió privacidad en este momento muy difícil».

O´Riordan lideraba la banda irlandesa desde 1989 junto a los hermanos Noel Hogan y Mike Hogan. En 2007 y 2009 la cantante desarrolló su carrera solista con los discos Are you listening? y No baggage.

La cantante se presentó por última vez en público el fin de semana previo a la Navidad, en la fiesta anual de la revista Billboard, que se celebró en la ciudad de Nueva York.

En mayo pasado Dolores O’Riordan tuvo que cancelar una serie de presentaciones con The Cranberries por recomendación médica y a raíz de fuertes dolores en la espalda. The Cranberries se había reunido nuevamente tras su separación en 2004.

Actualmente, la cantante estaba al frente de un nuevo proyecto musical llamado D.A.R.K., con el que editó un álbum en 2016: Science Agrees.

La gira de The Cranberries acompañó la edición de Something Else (Algo más), versiones orquestadas de sus canciones compuestas desde la creación de la banda en 1989 hasta el momento, con el plus de un puñado de temas nuevos. Allí estaba por supuesto la versión acústica de «Zombie», el corte de difusión de su segundo álbum, No Need To Argue, que llevó la voz de O’Riordan a todo el mundo, en 1994, en plena era MTV y mientras el brit pop intentaba llenar el vacío que ese mismo año dejaba Kurt Cobain y el tiro del final del grunge del otro lado del océano.

Una voz repentina, impulsiva, que reclamaba por la paz, por la no violencia y como un mantra repetía con bronca aquello de «in your head, in your head, in your head still fighting… in your head, in your head, in your head, zombi, zombi, zombi, ie, ie ie». Un clásico de la década del 90 que ayer nomás, domingo, era programado por una FM porteña entre «Wonderwall» de Oasis y «Another Brick in the Wall», de Pink Floyd. No casualmente The Cranberries tenía previsto para el mes próximo (16 de febrero), una reedición limitada en vinilo de No Need To Argue, su disco más exitoso.

O’Riordan fue la última en sumarse al grupo The Cranberries, formado por los hermanos Noel y Mike Hogan, y la que terminó moldeando al proyecto con sus letras y su voz desde el mismo álbum debut, Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We?, en 1993. Una canción sobre el rechazo bautizada «Linger» puso el foco sobre la banda y especialmente sobre ella. The Cranberries contó allí con la producción de Stephen Street, ingeniero de los amados The Smiths y responsable tanto de los dos primeros discos como de los últimos dos, dos décadas más tarde.

Luego llegaría la popularidad global de No Need To Argue y un parate tras la edición de su tercer disco, To the Faithful Departed, que por primera vez se centraba misteriosamente en la salud de la cantante: un problema de rodilla y cansancio físico tras el desgaste de tres años sin respiro en las cúpulas del mundo del entretenimiento. Por un pequeño lapso, pop rock irlandés fue sinónimo de The Cranberries y se sumaron a U2 como embajadores musicales emblemáticos de la isla.

Tanto así que ayer el presidente irlandés Michael Higgins se pronunció sobre la muerte de O’Riordan ni bien se confirmó. «Es con gran tristeza que me enteré de la muerte de la cantante y compositora Dolores O’Riordan… Para todos aquellos que siguen y apoyan la música irlandesa y las artes escénicas su muerte será una gran pérdida «.

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