Alcohol y drogas: La ruta de las fiestas clandestinas en Mar del Plata

Casas con pileta, alcohol y drogas: la ruta de las fiestas clandestinas en Mar del Plata.

El paro de municipales hizo que las convocatorias informales proliferaran en la noche de la ciudad balnearia. Cómo se combaten

Por Alejo Santander

Si no nadie mira, hay fiesta igual. Desde la Secretaría de Inspección General de la Municipalidad de Mar del Plata le aseguraron a Infobae que los eventos clandestinos y los afters en casas con flujo libre de alcohol y droga decayeron en los últimos años en la ciudad balnearia. Sin embargo, proliferaron nuevamente con fuerza desde mediados de diciembre de 2018 y hasta los primeros días enero de 2019 debido a la falta de control por el paro de municipales.

En medio de los que fueron 29 días en los que la ciudad estuvo detenida, sin servicio en los cementerios ni mantenimiento en las plazas, con trámites frenados y sin tests de alcoholemia, entre muchas otras consecuencias, no fueron pocos los que aprovecharon este margen para montar una fiesta y cobrar entrada, con precios que pueden ascender hasta 500 pesos.

Sin ir más lejos, el 1° de enero pasado, un procedimiento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en el marco del operativo Sol desmanteló un «after» clandestino que se llevaba adelante en una casa de calle Falucho 7500, donde además de alcohol se secuestró droga.

Fuentes vinculadas a la noche marplatense fueron las primeras que comenzaron a notar que desde el 11 de diciembre pasado, cuando los municipales anunciaban la retención de tareas que duró hasta el miércoles 9 pasado, comenzaron a aparecer en redes sociales distintos tipos de convocatorias informales.

El modus operandi es siempre el mismo: casas grandes que se alquilan por una noche, el cobro de una entrada que ronda los 500 pesos a cambio de «canilla libre toda la noche». Sin restricción de edad para el ingreso, sin seguridad, sin habilitación, los eventos comenzaron a promocionarse en las redes sociales, aprovechando la falta de control municipal.

Es por eso que quienes actuaron en la que se promocionaba como «Pool Party» fueron las fuerzas provinciales. El allanamiento policial se llevó a cabo en plena fiesta y permitió el secuestro de una gran cantidad de latas de cerveza, Speed, champagne, vinos y fernet, además de, equipos de sonido y equipamiento tecnológico para la ocasión.

Cuatro personas fueron detenidas en el operativo de la calle Falucho, el dueño del lugar, los dos organizadores de la fiesta y el dueño de los equipos de sonido. Fuentes policiales apuntaron que éste fue apenas uno de lo eventos que se realizaron en el último tiempo y al que se pudo llegar.

«Con el paro de municipales hubo un abuso, no solo en fiestas clandestinas. Tuvimos un registro de que se han realizado este tipo de eventos en balnearios, después a veces son mal llamadas fiestas clandestinas por los denunciantes, pero en realidad lo que hay son 50 amigos cantando y bailando», le explicó Emilio Zucker, secretario de Inspección General de Mar del Plata a Infobae.

Y amplió: «El tema hay que separarlo en dos tipos de denuncias que nosotros recibimos: el clandestino es el oculto, el que está al margen de la ley, cuando se cobra entrada, se consume alcohol, se hace en lugares donde las normas de seguridad y salubridad están fuera de la normativa».

Zucker asegura que a partir del seguimiento de las convocatorias y de las denuncias, en los dos últimos años bajó sensiblemente la cantidad de eventos ilícito en la ciudad pero sumando como agravante de la situación que «en Mar el Plata de repente somos 2 millones de personas y a nosotros no se nos multiplican de igual forma los recursos».

Por lo general el momento en que aparecen este tipo de eventos es ante la realización de una fiesta electrónica, como alternativa para no dar por terminada la noche. Inclusive dejó saber que muchas veces se realizan en balnearios del sur que no están habilitados, extendiéndose los festejos hasta entre las 14 y las 16.

«Uno de los problemas que nosotros tenemos es que para entrar a un domicilio necesitamos una orden para realizar un allanamiento, va la policía, un fiscal, hay que recolectar prueba, distinto es cuando un rubro sin una actividad comercial está haciendo un evento que no tiene permitido», enmarcó el secretario.

«Del año pasado a este hemos hecho mucha clausura con orden de allanamiento, hemos estado muy encima del tema, por lo que ha bajado el número de hechos. La gente saber y cuando hay control se cuida, lo que no quiere decir que no pase porque es una ciudad muy grande que en verano multiplica cuatro veces su población», cerró.

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